5 recomendaciones para una buena iluminación en el puesto de trabajo
¿Te has preguntado alguna vez si la iluminación en tu puesto de trabajo podría estar afectando tu rendimiento? La verdad es que una buena iluminación es más importante de lo que parece porque no solo evita que termines con los ojos cansados o el ánimo por los suelos, sino que también puede aumentar tu productividad. La luz adecuada puede marcar la diferencia entre un día de trabajo eficiente y uno en el que te sientes agotado sin motivo aparente.
¿Qué pasa si no tienes una buena iluminación? Bueno, además de fatiga visual, también podrías experimentar dolores de cabeza, problemas de concentración y, en casos extremos, incluso accidentes laborales. La iluminación en el trabajo importa y para evitar esos problemas, aquí te dejo cinco recomendaciones clave para asegurarte de que tu espacio esté perfectamente iluminado.
1. Usa luces LED
Comencemos con algo básico pero vital: las luces LED. No solo son más eficientes y consumen menos energía (lo que también te ahorrará unos cuantos billetes), sino que su luz es mucho más agradable para trabajar. Las luces LED producen una iluminación clara y uniforme, lo que reduce el esfuerzo que tus ojos tienen que hacer para adaptarse a la luz. Además, su vida útil es mucho mayor que la de las bombillas tradicionales, así que olvídate de andar cambiando bombillas cada poco tiempo.
2. Iluminación indirecta
Otro consejo importante es evitar la iluminación directa sobre tu pantalla o superficie de trabajo. ¿Por qué? Porque los reflejos son enemigos de la productividad. En lugar de una luz que apunte directamente hacia tu escritorio, lo mejor es optar por una iluminación indirecta que suavice los contrastes y minimice los brillos molestos. Puedes usar lámparas de escritorio ajustables para que la luz se distribuya de manera uniforme sin crear sombras incómodas.
3. Añade lámparas de emergencia
La iluminación no solo tiene que ver con el confort visual, también es una cuestión de seguridad. Tener una lámpara de emergencia en tu espacio de trabajo es esencial para estar preparado ante cualquier eventualidad, como cortes de energía. Estas lámparas se encienden automáticamente en caso de un apagón, lo que no solo te permitirá seguir trabajando si lo necesitas, sino que también garantizará que puedas moverte de manera segura por el espacio sin tropezarte con cosas en la oscuridad.
4. Aprovecha la luz natural
No hay luz más beneficiosa para los ojos que la luz natural. Si es posible, organiza tu espacio de trabajo de manera que puedas aprovechar la luz del sol durante el día. Además de mejorar el ambiente y reducir la necesidad de luz artificial, la luz natural tiene efectos positivos en el estado de ánimo y la productividad. Pero ojo, no pongas la pantalla justo frente a una ventana, ya que el contraste puede ser molesto.
5. Controla el brillo de las pantallas
Por último, pero no menos importante, asegúrate de ajustar el brillo de las pantallas de tu ordenador y otros dispositivos electrónicos. Si la luz de la pantalla es demasiado intensa o demasiado baja en comparación con la iluminación general de la habitación, puede causar fatiga ocular. Lo ideal es que la iluminación de la pantalla y la del entorno estén equilibradas para evitar que tus ojos trabajen de más.